El Dios de la Tormenta [Descargable]
Hay tres ocasiones en las Escrituras donde se nos relata el momento cuando Jesús calmó la tormenta que estaba atribulando a los apóstoles. Tenemos Mateo 8:28, Lucas 8:22 pero mi favorita es Marcos 4:35-41.
En Marcos se nos dice que de hecho todo esto aconteció “de noche” y que Jesús se fue a dormir a “la popa” del barco, ósea la parte más expuesta de un barco en esos tiempos.
La reacción de los discípulos en medio de la tormenta fue una desesperada apelación a la “falta de cuidado” de Jesús en esta situación. Ellos estaba aterrados de pensar que Jesús “no tenía cuidado de que se hundían”. Pero en realidad era todo lo opuesto. Jesús dormía porque Él estaba cuidando de ellos. Jesús no sólo era un hombre más en la barca, Jesús era el buen Pastor que siempre cuida a sus ovejas. Él les dijo desde el principio “Pasemos al otro lado”, y al otro lado los llevaría.
¿Cuántas veces hemos acusado a Dios porque pensamos que nos hundimos en la tormenta de la vida? Nuestro clamor muchas veces tiende a ser como el de los apóstoles en ese momento, un clamor de desesperación. Jesús inmediatamente al despertar corrige la actitud del alma. Él les dice que en realidad su problema era una falta de Fe. Ese era el problema. Fe quiere decir “confianza” en Su carácter, en quien Él dijo que Él es.
¿Cuál es la tormenta en tu vida en este momento? Recuerda que el Señor está en la popa de tu vida. Él te dijo que te iba a llevar a un lugar y él lo va a hacer. En vez de permitir que la tormenta te hunda en temor, deja que el Dios de la tormenta te transforme en medio de la prueba y ponga en ti FE para la asignatura que tienes al otro lado de la tormenta.
En las tres ocasiones que se nos cuenta esta historia, siempre el capitulo siguiente es la historia de la liberación del endemoniado Gadareno.
El Dios de la tormenta quiere liberarnos de la incredulidad, para prepararnos para liberar a una generación que está oprimida con demonios.
El Dios de la tormenta te guarda, te corrige, te transforma y te prepara para la asignatura que viene.
¡Aprovecha esta tormenta!
-Benji Núñez
Hay tres ocasiones en las Escrituras donde se nos relata el momento cuando Jesús calmó la tormenta que estaba atribulando a los apóstoles. Tenemos Mateo 8:28, Lucas 8:22 pero mi favorita es Marcos 4:35-41.
En Marcos se nos dice que de hecho todo esto aconteció “de noche” y que Jesús se fue a dormir a “la popa” del barco, ósea la parte más expuesta de un barco en esos tiempos.
La reacción de los discípulos en medio de la tormenta fue una desesperada apelación a la “falta de cuidado” de Jesús en esta situación. Ellos estaba aterrados de pensar que Jesús “no tenía cuidado de que se hundían”. Pero en realidad era todo lo opuesto. Jesús dormía porque Él estaba cuidando de ellos. Jesús no sólo era un hombre más en la barca, Jesús era el buen Pastor que siempre cuida a sus ovejas. Él les dijo desde el principio “Pasemos al otro lado”, y al otro lado los llevaría.
¿Cuántas veces hemos acusado a Dios porque pensamos que nos hundimos en la tormenta de la vida? Nuestro clamor muchas veces tiende a ser como el de los apóstoles en ese momento, un clamor de desesperación. Jesús inmediatamente al despertar corrige la actitud del alma. Él les dice que en realidad su problema era una falta de Fe. Ese era el problema. Fe quiere decir “confianza” en Su carácter, en quien Él dijo que Él es.
¿Cuál es la tormenta en tu vida en este momento? Recuerda que el Señor está en la popa de tu vida. Él te dijo que te iba a llevar a un lugar y él lo va a hacer. En vez de permitir que la tormenta te hunda en temor, deja que el Dios de la tormenta te transforme en medio de la prueba y ponga en ti FE para la asignatura que tienes al otro lado de la tormenta.
En las tres ocasiones que se nos cuenta esta historia, siempre el capitulo siguiente es la historia de la liberación del endemoniado Gadareno.
El Dios de la tormenta quiere liberarnos de la incredulidad, para prepararnos para liberar a una generación que está oprimida con demonios.
El Dios de la tormenta te guarda, te corrige, te transforma y te prepara para la asignatura que viene.
¡Aprovecha esta tormenta!
-Benji Núñez
Hay tres ocasiones en las Escrituras donde se nos relata el momento cuando Jesús calmó la tormenta que estaba atribulando a los apóstoles. Tenemos Mateo 8:28, Lucas 8:22 pero mi favorita es Marcos 4:35-41.
En Marcos se nos dice que de hecho todo esto aconteció “de noche” y que Jesús se fue a dormir a “la popa” del barco, ósea la parte más expuesta de un barco en esos tiempos.
La reacción de los discípulos en medio de la tormenta fue una desesperada apelación a la “falta de cuidado” de Jesús en esta situación. Ellos estaba aterrados de pensar que Jesús “no tenía cuidado de que se hundían”. Pero en realidad era todo lo opuesto. Jesús dormía porque Él estaba cuidando de ellos. Jesús no sólo era un hombre más en la barca, Jesús era el buen Pastor que siempre cuida a sus ovejas. Él les dijo desde el principio “Pasemos al otro lado”, y al otro lado los llevaría.
¿Cuántas veces hemos acusado a Dios porque pensamos que nos hundimos en la tormenta de la vida? Nuestro clamor muchas veces tiende a ser como el de los apóstoles en ese momento, un clamor de desesperación. Jesús inmediatamente al despertar corrige la actitud del alma. Él les dice que en realidad su problema era una falta de Fe. Ese era el problema. Fe quiere decir “confianza” en Su carácter, en quien Él dijo que Él es.
¿Cuál es la tormenta en tu vida en este momento? Recuerda que el Señor está en la popa de tu vida. Él te dijo que te iba a llevar a un lugar y él lo va a hacer. En vez de permitir que la tormenta te hunda en temor, deja que el Dios de la tormenta te transforme en medio de la prueba y ponga en ti FE para la asignatura que tienes al otro lado de la tormenta.
En las tres ocasiones que se nos cuenta esta historia, siempre el capitulo siguiente es la historia de la liberación del endemoniado Gadareno.
El Dios de la tormenta quiere liberarnos de la incredulidad, para prepararnos para liberar a una generación que está oprimida con demonios.
El Dios de la tormenta te guarda, te corrige, te transforma y te prepara para la asignatura que viene.
¡Aprovecha esta tormenta!
-Benji Núñez
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